Mensaje urgente a Venezuela I
- Publicado: 22 Agosto 2010
El triunfo de la revolución venezolana es responsabilidad continental. Todos nos beneficiamos con sus logros... todos a defenderla.
Hay que generar una movilización comunicacional mundial. Nadie me lo pidió pero propongo que, masivamente, nos pongamos a mandar recaditos, mensajes y comunicados urgentes al pueblo revolucionario de Venezuela. Nada mal estaría decirle cosas al oído, cosas de hermanos, de amor fraterno, de necesidad y de urgencia.
Hay que generar una movilización comunicacional mundial. Nadie me
lo pidió pero propongo que, masivamente, nos pongamos a mandar recaditos,
mensajes y comunicados urgentes al pueblo revolucionario de Venezuela. Nada mal
estaría decirle cosas al oído, cosas de hermanos, de amor fraterno, de
necesidad y de urgencia. Por ejemplo: ¡Venezolanos, camaradas! sus votos
también nos representan en Bolivia, en Cuba, en Ecuador, en Nicaragua, en
Colombia, en México... salgan y voten por todos nosotros, salgan y triunfen una
vez más, con su fortaleza moral, con su revolución a galope, salgan como nunca
y triunfen como se debe. Expresar la solidaridad internacional no implica ignorar ni anular
los debates internos que pueden tener un valor sustancial pero que no deben
impedir multiplicar nuestras fuerzas apoyados, también, en la movilización de
países hermanos. Que nadie se
quede en su casa que nadie eluda su responsabilidad de votar por todos
nosotros. ¿Es mucho pedir?
Nadie me lo pidió pero siento la necesidad y la premura (acaso por
impotencia) de llamar a quienes pueda y como pueda para convencerlos de
conectarse con Venezuela. Convencerlos de saberla y de sentirla, convencerlos
de entenderla y acompañarla con lo que se tenga y como se debe. Convencerlos,
en fin, de hacer saber a la revolución venezolana cuánto nos importa y cuánto
la necesitamos triunfante y contundente. No estaría mal. Veamos.
Venezuela ha llevado la lucha de clases a un plano más avanzado que
había sido silenciado de mil maneras. Casi sería necesario agradecer a sus
agresores y golpistas la diversidad de canalladas, la velocidad y la abyección invertidas
para organizar sus ataques porque eso nos simplifica las tareas, nos ahorra esfuerzos
y nos esclarece el camino de la revolución. Hoy es extraordinariamente claro
que la Revolución Venezolana nos beneficia a todos (a todos los proletarios que
buscamos la unidad) para acortar distancia entre la realidad que nos abruma y
la conciencia que necesitamos para actuar correctamente. El pueblo
revolucionario de Venezuela se ha propuesto destruir a la burguesía eso es un
gran ejemplo, es una inspiración y es una conquista magnífica. Es preciso que
se expanda y se profundice. Voten todos.
Veamos. Los logros ejemplares de la revolución venezolana en
materia de salud, vivienda, educación y trabajo... son, entre mil cosas, un
regalo y una escuela que, en el tiempo brevísimo que lleva la revolución, ya
produjo beneficios directos e indirectos a muchos pueblos y camaradas
latinoamericanos (y no solamente). La lista es enorme si sólo tomamos como
ejemplo el aporte de las “Misiones” que abren los ojos venciendo enfermedades,
que abren los ojos del alma y del pensamiento.
Veamos. Venezuela con su revolución socialista nos ha regalado la
certeza definitiva de que la lucha por la dignidad conduce al triunfo de las
aspiraciones democráticas más profundas y sinceras de los pueblos. La palabra
de esta Venezuela revolucionaria es hoy en el mundo la palabra de la esperanza
y del compromiso que anima a muchos y que despierta a los pueblos. Le debemos a
esta Venezuela revolucionaria su fortaleza simbólica, su riqueza histórica, sus
valores combativos y su moral guerrera que, pese a los pesares, endógenos y
exógenos, no pierde el rumbo y no pierde la calma.
Veamos. Las cifras de Venezuela, aun en el momento de la peor
crisis económica mundial (ocasionada por el capitalismo y sus perversiones)
sostienen su ritmo real de crecimiento y sus programas fundamentales de
desarrollo revolucionario. Ningún país europeo con la petulancia de llamarse
“primer mundo” pude decir (a estas horas) lo mismo. Venezuela ha dado pasos
firmes hacia la planificación de la economía subordinada al beneficio colectivo
y hacia la subordinación de la política a la voluntad democrática y la justicia
social. Hay cifras a raudales. Muy pocos pueden presumir lo mismo.
Por esto y más, propongo que nos propongamos la tarea de hacer saber
a Venezuela cuánto nos importa y cuánto de vital tiene para todos nosotros un
triunfo democrático contundente en sus elecciones próximas. Hacerle saber, de
mil maneras, qué aprendimos, qué recibimos y qué agradecemos de su esfuerzo,
talento y ejemplaridad revolucionaria. Hacerles saber que sus triunfos nos hacen
falta en la medida en que ellos hacen lo que muchos no podemos. Por ahora.
Pero se trata de hacerlo saber para animar a los convencidos, a
los dudosos y a los no convencidos también. Para movilizar una corriente
mundial de aliento que sea contagioso y que saque a todos a votar ante las
elecciones venideras. Que se logren cifras record, que la afluencia sea inédita.
Que salgan todos y que voten todos acompañados fraternalmente por cientos de
pueblos hermanos que se saben beneficiados y co-responsables por el ascenso de
la revolución y su multiplicación mundial. Que logremos hablar al corazón de
cada venezolano y también al pensamiento de cada venezolano que lleva a hombros
el trabajo de profundizar la revolución para que sepa cuánto vale para nosotros
fuera de su país y cuánto nos importa su obra colectiva y socialista. Que
sienta, pues, en sus manos (a la hora de votar) la responsabilidad histórica y
el privilegio de tener el pulso hermano de millones de almas solidarias en todo
el mundo.
Se trata de
abrir un espacio para una campaña internacionalista que le cuente a Venezuela
la importancia de sus votos y cuánto nos urge, en cada país, su triunfo
ejemplar en las elecciones próximas. Pedir por todos los medios mensajes para el
pueblo revolucionario de Venezuela, que le cuenten por qué es tan valioso su
voto y por qué la revolución venezolana es responsabilidad internacional. Se
trata de encontrar una y mil maneras de hacer llegar mensajes... y luego
replicarlos para que se muestren en todos los medios alternativos y
comunitarios, prensa obrera, prensa de movimientos sociales, prensa
universitaria... blogs, páginas, twitters... La idea es generar una movilización
comunicacional que llegue a todos (incluidos los indecisos) para salir a votar
porque un continente entero acompaña las elecciones y depende también de su
triunfo. ¿Nos ayudas?