Cuando se cumplen ya siete semanas desde el golpe de estado contra el presidente hondureño Mel Zelaya, la resistencia nacional continua movilizando a decenas de miles de trabajadores, jóvenes y campesinos en un movimiento que la represión no ha podido aplastar. Mientras tanto continúan las maniobras diplomáticas de todo tipo para tratar de buscar una "salida negociada" que frene la posibilidad del derrocamiento del golpe de estado mediante una insurrección popular.